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Es hora de conocer a esta docena de vehículos, así como sus propulsores, unas mecánicas que los convierten en los más eficientes de su categoría. Estos son.
Es posible que el ranking que se muestra unas líneas más abajo genere confusión, pues en la actualidad resulta mucho más difícil diferenciar a los todoterrenos de los SUV. Los rasgos de los primeros están muy claros ya que principalmente todo aquel vehículo que quiera entrar en esta categoría presenta una carrocería alta y voluminosa, algo que puede encajar perfectamente con los segundos, pero no el echo de recurrir a un chasis formado por largueros y travesaños, una configuración que prácticamente ha dejado de existir y solo algunos fabricantes como Mercedes, Jeep, Toyota y Ford lo utilizan en sus respectivos 4x4, ya sean el Clase G, el Wrangler, el Land Cruiser o el Bronco.
El último no ha llegado todavía a Europa de manera que queda excluido de nuestra clasificación. Si seguimos con la lista de características o elementos que debe montar todo buen todoterreno nos encontramos con un sistema de tracción a las cuatro ruedas (coches con tracción total sorprendentes), también presente en los SUV que inundan las gamas de los fabricantes, aunque estos últimos no disponen de un elemento clave para la conducción off-road: la reductora. Al igual que ocurre con el citado chasis, cada vez es menos común encontrarse con unos engranajes de este tipo pues en la mayoría de los casos los fabricantes automovilísticos recurren a la electrónica para tratar de ocupar su lugar. Y todo ello sin olvidarnos de los ejes rígidos, un elemento clave.
Dicho esto, hemos tratado de situar a los vehículos del mercado que más se adecuan con la descripción de todoterreno, aunque algunos repiten en el ranking de los SUV que menos combustible consumen. Un caso especial que veremos a continuación es el del Suzuki Jimny, un clásico dentro de los 4x4 y también uno de los más capaces, pero que debido a sus problemas relacionados con las emisiones de su mecánica de gasolina tuvo que ser retirado del mercado español. No obstante, la marca japonesa se las ha arreglado para que el veterano todoterreno vuelva a estar presente, aunque eso sí, convertido en un vehículo comercial ligero pues renuncia a sus asientos traseros y los sustituye por un espacio de carga que va acompañado de una rejilla separadora. Sin más dilación, es hora de conocer a los 12 todoterrenos que menos combustible consumen del momento. ¡Vamos allá!
El incombustible 4x4 alemán no podía faltar y es que este modelo ya es todo un icono dentro de los todoterrenos pues nació allá por 1979. En su nueva generación, el Mercedes Clase G conserva el chasis de largueros y travesaños, la reductora y los diferenciales con bloqueo, así como un eje rígido en la parte trasera. Dentro de las distintas motorizaciones, las más eficientes son las de gasóleo, es decir, las G 350 y 400 d, alimentadas por bloque de seis cilindros en línea con un consumo combinado de 11,1 litros a los 100 kilómetros.
Aunque no ha llegado todavía al mercado, lo hará este mismo año, nos hemos querido acordar del Ineos Grenadier. Un auténtico todoterreno que montará mecánicas de origen BMW, siendo la opción más eficiente un bloque turbodiésel de seis cilindros en línea y 3.0 litros, que desarrolla 249 caballos de potencia, asociado a una transmisión automática de ocho velocidades con la que logra homologar un consumo combinado de 10,1 l/100 km. En el futuro, contará con versiones 100% eléctricas.
Otro clásico que no podíamos dejar en el olvido es el Toyota Land Cruiser, un 4x4 que se ha estrenado generación recientemente, pero cuya presencia en España parece que no está garantizada. Por ello, habrá que conformarse con el modelo actual, el Serie 150, que cuenta con todos los ingredientes básico de un auténtico todorreno y un motor turbodiésel de cuatro cilindros. Este ofrece 204 caballos de potencia y su consumo combinado es de 9,2 litros a los 100 kilómetros.
Recientemente actualizado, el Land Rover Discovery estrena una imagen más moderna, un interior con una importante dotación tecnológica, un maletero de hasta 2.485 litros, así como unas mecánicas electrificadas. De todas ellas nos quedamos con el D250, con su motor turbodiésel de seis cilindros en línea y 3.0 litros, que precisa de 8,2 litros para recorrer 100 kilómetros. No obstante, esta versión carece de una reductora que solo tiene cabida en el P360.
Como decíamos anteriormente, se trata de la versión comercial del Suzuki Jimny que todos conocemos. En esencia es el mismo vehículo, aunque para cumplir con las homologaciones correspondientes (categoría N1) ha tenido que deshacerse de los asientos posteriores y acomodar su parte trasera para el transporte de mercancías. Su motor sigue siendo el mismo, un 1.5 litros de gasolina que ofrece 102 CV y un consumo combinado de 7,7l/100 km.
La nueva generación del Ssangyong Rexton recurre a un chasis tradicional de largueros y travesaños, aunque se decanta por la suspensión independiente. No obstante, cuenta con reductora, bloqueo electrónico del diferencial trasero, tracción a las cuatro ruedas conectable manualmente y un motor turbodiésel de 2.2 litros. Este ofrece 202 caballos de potencia y un consumo medio de 7,7 litros a los 100 kilómetros.
El veterano Jeep Wrangler se ha tenido que adaptar a los nuevos tiempos y por ello, su gama se limita a unas versiones híbridas enchufables con las que mantiene sus destacadas aptitudes off-road, al mismo tiempo que logra unos consumos muy bajos. Esto es así porque su sistema de propulsión, compuesta por un motor de gasolina y otros dos eléctricos, declara un consumo combinado de apenas 3,5 litros a los 100 kilómetros. El Rubicon, orientado a un uso off-road más extremo, gasta seis décimas más.
En su nueva generación el Land Rover Defender se pasa al chasis monocasco y a una suspensión independiente, aunque mantiene la reductora, la tracción a las cuatro ruedas y diferenciales con bloqueo (central y trasero). Su versión híbrida enchufable, denominada P400e, combina un motor de gasolina con otro eléctrico para generar 404 caballos de potencia y todo ello con un consumo combinado de 2,6 litros a los 100 kilómetros.
El Jeep Grand Cherokee estrena generación y lo hace en formato híbrido enchufable de forma exclusiva en nuestro país. Llega con tracción a las cuatro ruedas, reductora, barra estabilizadora delantera desconectable y bloqueo electrónico del diferencial trasero, entre otras cosas. Su sistema PHEV de 380 caballos de potencia homologa un consumo combinado de apenas 2,6 l/100 km.
El Volkswagen Touareg ha perdido con el cambio generacional su reductora y los voladizos, más prominentes, han provocado que sus cotas todoterreno empeoren. Pese a ello, sigue contando con tracción total permanente y sus mecánicas híbridas enchufables le permiten recorrer 100 kilómetros utilizando tan solo 2,2 litros de combustible. El sistema híbrido ofrece 380 caballos de potencia, de manera que el modelo alemán alcanza los 100 km/h en 6,5 segundos.
El 4x4 alemán no es de los más potentes de la clasificación, pero no por ello sus cifras son discretas ya que su propulsor turboalimentado de seis cilindros en línea produce 394 caballos de potencia y 600 Nm, al combinarse con un motor eléctrico de 83 kW. En realidad, lo más destacado de esta versión es que ofrece hasta 87 kilómetros de autonomía en modo eléctrico y un consumo de combustible de apenas 1,2 l/100 km. Todo ello con unas prestaciones muy dignas pues el BMW X5 xDrive45e realiza el 0 a 100 en 5,6 segundos y es capaz de alcanzar los 235 km/h.
El Mercedes GLE, en su versión 350 de, tiene una gran peculiaridad y es que su sistema de propulsión híbrido enchufable no combina un motor de combustión de gasolina con uno eléctrico, sino que recurre a otro combustible mucho más polémico y castigado durante los últimos años, es decir, ¡el diésel! Se trata de un cuatro cilindros de 2.0 litros que produce 320 CV y 600 Nm de forma combinada, ofreciendo nada menos que 96 kilómetros de autonomía eléctrica y todo ello con un consumo medio de tan solo ¡0,7 l/100 km!